Historia del gran reino de la China

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Autor: Juan González de Mendoza

Obras incluidas

Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reino de la China
Nota de Prensa

52,00

Obras incluidas

Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reino de la China

Sinopsis

Hace muy pocos años que China ha roto su reclusión de siglos para abrirse a la lucha por la hegemonía mundial. Un punto de inflexión que nos hace volver la vista atrás y ponderar lo que supuso el Celeste Imperio para nuestros antepasados a lo largo de la historia.

De ahí la oportunidad de adentrarnos en esta nueva edición de la Historia de las cosas más notables del Gran reino de la China que Juan González de Mendoza publicó en 1585. Un viaje de casi mil páginas en el que el académico Juan Gil no solo analiza la obra, sino que nos toma de la mano para recorrer la mirada de la Antigüedad sobre China, su eclosión como un mundo de ensueño en el Medievo por el testimonio de Marco Polo y el redescubrimiento que implicaron los viajes de portugueses y españoles a partir del siglo XVI.

El estudio que precede a la obra de Mendoza se completa con una serie de Apéndices que recogen la correspondencia diplomática cruzada entre Manila y China, así como un Glosario de términos chinos y una serie de mapas que ayudan a seguir las primeras rutas de los religiosos españoles.

Todo comenzó con la llegada de Legazpi a Filipinas en 1565, un asentamiento que avivó la vieja rivalidad hispano-lusa en el sudeste asiático. Los españoles fueron críticos con el monopolio comercial de los portugueses en Macao y trataron de encontrar fórmulas para introducirse en China, a pesar de que el emperador Ming prohibía la entrada de extranjeros en su tierra bajo pena de muerte.

Durante la década de los 70 agustinos y franciscanos iniciaron distintas exploraciones, pero ni el afán evangelizador ni el comercial tuvieron éxito. Habremos de esperar hasta 1578 para ver cómo la idea de entablar relaciones diplomáticas con el Celeste Imperio fue cobrando inusitada fuerza en Manila. Un ambicioso proyecto que tuvo a Juan González de Mendoza como principal promotor, a pesar de que nunca había estado en Filipinas.

Tanto Felipe II como el Consejo de Indias acogieron la propuesta, aunque pronto se dieron cuenta de la envergadura que implicaba la embajada. Las diferencias entre los distintos implicados y la oposición frontal de los jesuitas y Portugal hicieron que el prudente monarca diera marcha atrás.

Sin embargo, la amplia compilación de materiales y fuentes sirvieron a Mendoza para escribir la Historia del Gran reino de la China. Un fulminante éxito editorial publicado en 1585 que se tradujo a multitud de lenguas y nos dejó una visión idealizada de la China cercana a la difundida por Marco Polo. Geografía, creencias o costumbres discurren por estas páginas en las que también se recogen las relaciones de diversos viajeros y se hace patente el abismo ideológico que mediaba entre la mentalidad cristiana y la china, en pleno siglo XVI.

El académico Juan Gil vuelve a realizar un extraordinario trabajo de investigación en este nuevo título sobre la aventura española en ultramar en el que recorreremos el parecer de soldados, mercaderes, frailes e historiadores portugueses sobre esta China que a ninguno dejó indiferente.

Sobre el autor

Fray Juan González de Mendoza vino al mundo hacia 1545 en Torrecilla de los Cameros, en La Rioja. De sus primeros años y de su educación nada se sabe. El primer dato seguro es que a los 17 años —alrededor de 1562— pasó a la Nueva España con un tío suyo. El día de San Juan, 24 de junio de 1565, Mendoza abrazó el hábito de San Agustín en el convento de México y en ese virreinato permaneció durante catorce largos años hasta que en 1573 volvió a la Península. Poco después empezaría a cuajar en la Corte la idea de enviar una embajada al emperador de China Wan–li, y ya en 1580 Felipe II ordenó a los oficiales de la Casa de la Contratación que comprasen todos los regalos indicados por fray Juan en un memorial dedicado a tales efectos.

Sin embargo, el proyecto de embajada fue puesto en entredicho en México y las dudas surgidas bien pudieron haber aconsejado cordura al monarca prudente por antonomasia. Sin embargo, el motivo principal de su cambio de actitud se debió a la oposición frontal de Portugal. De regreso en Madrid, fray Juan fue enviado por asuntos de su Orden a Roma, donde entró en 1584 al servicio del cardenal Filippo Spìnola como maestro en Teología.

Hasta siete veces cruzó el Atlántico este hombre religioso y súbdito de la Monarquía Católica que fijó su residencia en lugares tan diversos como México, Italia o Nueva Granada.

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La prensa dice:

«Estamos ante uno de los libros escritos en español, más leído y traducido durante el siglo XVI -con permiso de fray Luis de Granada y Pedro Mexía-, pues la fascinación occidental por la China acogió con entusiasmo la ‘Historia de las cosas más notables, tiros y costumbres del gran reino de la China’ (1585) de fray Juan González de Mendoza, a pesar de que el agustino jamás pisó la China mientras vivió».  Fernando Iwasaki, ABC Sevilla https://sevilla.abc.es/cultura/libros/libros-recomendados-historia-notables-tiros-costumbres-gran-20221203130100-nts.html

«El texto renacentista de Mendoza es apasionante, pero las trescientas páginas de Juan Gil no lo son menos porque dan idea de cómo apareció aquel gigante, oculto desde hacía miles de años, y cómo se fue dejando ver a los ojos de unos cuantos exploradores españoles y portugueses, poco a poco, como si fuera descubriéndose centímetro a centímetro un elefante». Félix de Azúa, THE OBJECTIVE  https://theobjective.com/elsubjetivo/notas-del-espectador/2022-11-05/china-este-eden/

¿Qué ha ido uno buscando en la Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reino de la China, que escribió el agustino Juan González de Mendoza, si este ni siquiera estuvo en China? ¿Qué? El idioma. El idioma de fray Juan, a decir del principal detractor contemporáneo suyo, era «ruin». ¿Ruin? Es terso y andadero, y las fabulosas historias que nos cuenta, un reencantamiento del mundo». Andrés Trapiello, EL MUNDO https://www.elmundo.es/la-lectura/2022/11/23/636cee6c21efa0f84b8b457e.html

«»Nuestro fraile», explica Juan Gil, «no solo devolvió a los chinos la primacía de dos grandes descubrimientos que dieron la puntilla al mundo medieval (la pólvora y la imprenta), sino también reconoció que, en la prudencia de su gobierno, habían aventajado a griegos, cartagineses y romanos, esto es, a los tres grandes imperios universales que había conocido la historia mundial hasta su tiempo». Daniel Arjona, EL CONFIDENCIAL https://www.elconfidencial.com/cultura/2022-12-11/ojos-gato-conocen-sangleyes-espana-china_3535141/

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