Tomo IV

Obra poética
Traducciones poéticas
Teatro
Prólogos

En 1928 abandonó repentinamente su brillante carrera narrativa, pero no la faceta creadora, que desarrollaría como excelente y prolífico ensayista hasta el final de sus días. Su producción poética, a partir de 1924, es esporádica y no obedece a un proyecto literario, lo que da lugar a un corpus poético disperso, que se ha visto ampliado con el reciente descubrimiento de nuevos textos.

Este volumen refleja también su labor como traductor vocacional de clásicos latinos, a la que añade interesantes reflexiones sobre la literatura y el mundo clásico. Entre sus intentos como dramaturgo, destaca una obra de 1903, La dama negra, cuyo subtítulo, “Tragedia de ensueño”, coincide con el texto también simbolista que Valle-Inclán publicó en 1901. Más adelante, se adentra en el teatro de vanguardia con La revolución sentimental, texto refundido de otro anterior, que trata sobre un utópico mundo futurista en el que se debaten problemas contemporáneos como el de la libertad del ser humano. Cultiva también un subgénero floreciente en la literatura finisecular, el prólogo, en el que percibe interesantes posibilidades para reflexionar sobre sus propias obras y sobre las ajenas.

Nació en Oviedo y perdió a su madre de niño. Esta carencia afectiva, que le afectará toda su vida, se verá intensificada por permanecer interno en colegios de los jesuitas, donde recibió una profunda formación humanística. En su ciudad natal estudió Derecho y entró en contacto con pensadores krausistas y seguidores de la Institución Libre de Enseñanza, como el propio Clarín, al que consideró su maestro. En 1927 fue premio nacional de literatura y al año siguiente ingresó en la Real Academia Española.

Mantuvo contactos con Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y se le adscribe a la generación de los novecentistas, con quienes fundó la Agrupación al servicio de la República. Al estallar la Guerra Civil emigró a Buenos Aires hasta 1954, que regresó a España definitivamente. Su amplísima y riquísima obra ensayística demuestra que fue uno de los hombres más cultos e inteligentes de su época y los originales argumentos de sus novelas le convierten en uno de los mejores escritores del siglo XX español. A lo largo de su obra recorre las tendencias estéticas más señaladas desde principios de siglo hasta los años veinte: modernismo, novela lírica, novela intelectual y hasta ciertas aproximaciones a la vanguardia.