Julio Camba

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Autor: Julio Camba

Obras incluidas

 

Libros de viaje

Playas, ciudades y montañas
Londres
Alemania
Un año en el otro mundo
Aventuras de una peseta
La ciudad automática

Nota de Prensa

52,00

Obras incluidas

Libros de viaje

Playas, ciudades y montañas
Londres
Alemania
Un año en el otro mundo
Aventuras de una peseta
La ciudad automática

Sinopsis

La obra de Julio Camba desmitifica el aura del escritor viajero. Un corresponsal sui géneris que eleva la crónica a su máxima expresión al poner el acento en lo cotidiano como paseante despreocupado que busca la sorpresa.

En este volumen se reúnen todas las crónicas de viaje que el propio Camba publicó como libro. Seis títulos en los que recoge sus mejores artículos y recorre las principales capitales del mundo para hacer un divertido ejercicio en el que confronta lo español con la lengua, la gastronomía, los tipos o costumbres de las ciudades que visita.

Unos artículos que arrancan a comienzos del siglo XX y nos hacen testigos de toda una época: del París de la Belle Époque o la Suiza asediada por el turismo que dibuja en Playas, ciudades y montañas a las columnas que reflejan los estragos del nacionalismo en la Alemania anterior al estallido de la Gran Guerra. Crónicas de humor punzante a las que seguirán los textos de Un año en el otro mundo sobre su primer viaje a los Estados Unidos o los que, poco después del crac del 29, recoge en La ciudad automática, uno de los mejores libros sobre Nueva York desde la perspectiva del viajero europeo que descubre la gran metrópolis.

Sobre el autor

Sobre el autor

Julio Camba Andreu nació el 16 de diciembre de 1884, en la casa solariega que la familia tenía en la localidad pontevedresa de Vilanova de Arousa. Vive una infancia dorada, de la que solo recuerda con desagrado la obligada asistencia a misa y su traumático paso por el colegio. En abril de 1901, con solo dieciséis años se esconde, como polizón, en un trasatlántico con destino a Buenos Aires, «quinta provincia» de Galicia. Allí se acercará a los ambientes anarquistas y publicará sus primeros artículos en el periódico La Protesta Humana.

Desbordado ante un panorama de conflictividad social regresa a casa en 1903 y pronto se trasladará a Madrid donde escribe para varios diarios de corte anarquista y, poco después, en el prestigioso suplemento literario «Los Lunes» de El imparcial. A esta le seguirán otras colaboraciones hasta que encuentra la estabilidad laboral en el diario monárquico El Mundo. Su fama va creciendo y en 1907 conseguirá el puesto de corresponsal para La Correspondencia de España: le envían a Constantinopla donde los Jóvenes Turcos han iniciado la revolución.

Dos años después regresará al diario El Mundo que, tras el éxito de sus crónicas turcas, lo manda de corresponsal a París, ciudad que le conquista de lleno y en la que coincide con Rubén Darío. En 1911 se mudará a Londres y escribe muchas de las crónicas que luego publicará en Londres: impresiones de un español. En 1912 cambia de aires y decide escribir para La Tribuna, que de nuevo le envía a tierras parisinas y, posteriormente, a Berlín y Múnich. Fruto de esta nueva corresponsalía nacerán los artículos de Alemania: impresiones de un español. Frente al París de la Belle Époque aprecia los medios y el porvenir del pueblo alemán pero extraña su falta de refinamiento.

Tras pasar la primavera entera allí, viaja por primera vez a Suiza y en otoño de 1913 le nombran corresponsal en el Berlín prebélico, donde ABC quiere tener a un hombre con información de primera mano. En verano de 1914 el inicio de la guerra provoca que los periodistas extranjeros sean expulsados de Alemania y, tras descansar durante unos meses en España, su periódico le encomienda una nueva misión: cubrir la corresponsalía en los Estados Unidos. De este primer viaje surgirá Un año en el otro mundo, una serie de crónicas neoyorquinas que hacen las delicias de sus lectores. Sin embargo, en diciembre de 1917 Camba deja el ABC se muda a París por en cargo de El Sol.

Tiempo después el periódico le manda como corresponsal a Portugal, que se acabará convirtiendo en su segundo país. En tierras lusas es un hombre feliz, porque no siente la presión de sus lectores y le recuerda a Galicia. En abril de 1920 será, otra vez, corresponsal en Berlín, donde puede comprobar la ruina en la que ha quedado el país, tras su derrota en la Gran Guerra. Pronto se cansa y se marcha, por cuarta vez, a Londres, y de allí viajará por primera vez a Italia, que le inspira unas crónicas ciertamente bellas y emotivas.

Tras más de dos años seguidos en Madrid, entre octubre de 1922 y noviembre de 1924, en los que no ha escrito crónicas de viajes, pero sí ha mantenido su sección en El Sol, a finales de 1924 su firma desaparece de las páginas del periódico. En 1928 regresa a las páginas de ABC y dos años después le encargan volver a Nueva York para informar sobre los efectos que ha tenido el crac de la bolsa de Wall Street, ocurrido un año antes. De esta segunda estancia en tierras americanas nacerá La ciudad automática y en 1931 recibe la noticia de que en España se ha proclamado la República. Le llega entonces un momento amargo, pues se siente agraviado al no haber recibido una Embajada como otros intelectuales españoles.

Tras la Guerra Civil Camba se queda como un escritor anclado en otra época. Aunque todavía vive unos años de posguerra relativamente felices, en Portugal, el desenlace de su vida, con la voluntaria reclusión en el hotel Palace, demuestra que Camba forma parte de una brillante generación de escritores cuya muerte intelectual está íntimamente ligada a la guerra. Cansado y solo (no se casó nunca, ni tuvo descendencia), vive sus últimos años con la única compañía de generosos amigos que acuden a visitarlo. Hace ya tiempo que ha dejado de ser un viajero cosmopolita. Fallece el 28 de febrero de 1962.

Otros libros del autor

 

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La prensa dice:

LA OPINIÓN DE MÁLAGA

«Culto, elegante, finamente cínico y dueño de un sentido del humor inteligente y sagaz, Julio Camba dejó constancia a lo largo de sus trabajos como corresponsal de los principales periódicos españoles de ser uno de los mejores articulistas que ha dado la prensa española de la primera mitad del siglo XX y dentro de ese género de la crónica periodística». Javier García Recio  https://www.laopiniondemalaga.es/libros/2023/12/03/julio-camba-placer-degusta-corto-95387330.html

EL PAÍS

««El humor de Camba es una firme muestra de inteligencia, de rigor crítico y de prosa virtuosa, limpia, sin ornamentos, tan desnuda como la de Azorín, aunque, eso sí, haciéndonos sonreír sin descanso». Félix de Azúa https://elpais.com/cultura/2023-12-12/un-buen-regalo.html?event_log=oklogin 

 

LA RAZÓN

«Estamos ante una de las mejores prosas que ha tenido el periodismo español de todos los tiempos, algo que aplaudía un distinguido experto en la materia llamado Josep Pla. Precisamente con el ampurdanés compartía Camba la fina y aguda observación de la realidad, la capacidad de convertir una anécdota en todo un acontecimiento que merecía ser contado, además de ese aprecio por escribir y valorar sobre la gastronomía y sus consecuencias literarias». Víctor Fernández https://www.larazon.es/cultura/banquete-viajero-julio-camba_202312096573f549d6703700019e2e57.html

 

ABC CULTURAL

««En una edición primorosa a cargo de Francisco Fuster, la Biblioteca Castro ha reunido todos los textos viajeros de Julio Camba, un tomo de 1030 páginas que uno no se cansa de pasar». Jesús G. Calero

EL MUNDO

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¿Qué mantiene a Camba vivo en lo más alto del canon del articulismo español?

La respuesta se encuentra con abundancia entre el millar de páginas magistrales que componen la edición de crónicas de corresponsal al cuidado del profesor Francisco Fuster, quizá nuestro mayor especialista en el autor gallego. Los seis libros de viaje que el propio Camba publicó en vida -llevado de un descarado propósito crematístico: era una manera de cobrar dos veces por las mismas piezas- se ofrecen ahora reunidos en un solo volumen, titulado Libros de viaje (Ed. Biblioteca Castro), para desmentir rotundamente aquella sentencia de Cyril Connolly según la cual el periodismo, por su propia naturaleza efímera, se hace para ser leído una sola vez y está excluido de cualquier participación en el mañana. Son Playas, ciudades y montañasLondresAlemaniaUn año en el otro mundoAventuras de una peseta y La ciudad automática, esta última seguramente su obra más cuajada…». Jorge Bustos https://www.elmundo.es/papel/historias/2024/01/21/65ad111821efa0ee0f8b45b1.html

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